En momentos que el precio del barril de petróleo se presenta sumamente volátil a nivel mundial en perjuicio de los países importadores y las economías dependientes, el Colegio de Ingenieros del Perú-Consejo Nacional y el Consejo Departamental Lima emitieron un pronunciamiento en el que llaman a intensificar el uso del gas natural, así como a formular una nueva matriz energética, teniendo en cuenta, además, las futuras aplicaciones del hidrógeno como vector energético.
En su comunicado, las instituciones deontológicas indican que “Perú cuenta con reservas para más de 30 años” por lo que la tarifa nacional, al ser regulada en beneficio de todos los peruanos, no se verá afectada por los “marcadores internacionales”.
Los ingenieros María del Carmen Ponce Mejía, decana nacional, y Roque Benavides Ganoza, decano de Lima, firmantes del pronunciamiento, señalan que “la masificación es de suma importancia y atiende el clamor y pedido de la población a nivel nacional que con justificada razón eleva su voz de protesta”.
Los citados decanos precisaron que, como parte de su responsabilidad, presentan algunos proyectos y/o acciones que “contribuirán con el proceso de masificación y el desarrollo del gas natural a nivel nacional” que consisten en:
1. La ampliación de los programas del FISE (Bonogás y Ahorro-GNV) en aquellas regiones donde exista el gas natural, ya sea de forma virtual o por ducto.
2. En cuanto al abastecimiento de gas natural en el sur del Perú, indicaron la necesidad de definir y designar a un nuevo concesionario que pueda masificar el gas natural en dicha región.
3. En relación a la masificación del gas natural en la Sierra y Selva Central del Perú, y la región Tumbes, llamaron a diseñar un modelo con participación económica del Estado, al ser un servicio público que brindará una mejora en la calidad de vida de la población y será un impulsor de las actividades de desarrollo.
4. En cuanto al sector vehicular, solicitaron priorizar las reformas iniciadas como la promoción del uso del GNL automotriz, el descuento al costo de conversión a GNV y la reforma de Infogás, precisando que es urgente la progresiva sustitución del diésel en el sector transporte.
5. Proporcionar valor agregado al uso del gas natural con desarrollo de la industria del etano y reducción del quemado como fuente energética, pues ”no solo generará mayores ingresos al país, sino que reducirá su huella de carbono”.
6. La necesidad de un nuevo planeamiento de la matriz energética, teniendo en cuenta las nuevas condiciones mundiales de los combustibles fósiles y el cambio climático, así como las posibilidades del hidrógeno como nuevo indicador energético.
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