Por Lic. Caro Vargas Lúcar*
Sumándose a la apuesta del Capítulo de Minas-CIP Lima por seguir contribuyendo con el desarrollo del país, se ha compartido la reflexión en torno a las siguientes preguntas de enfoque:
- ¿Por qué surgen los conflictos sociales en la minería?
- ¿Cómo estamos?
- ¿Qué hacer para prevenir estos conflictos?
Luego de compartir algunos conceptos ancla como las causas estructurales y coyunturales de la problemática actual que atraviesa el Perú, los paradigmas respecto al nuevo contrato social en cuanto a la gobernabilidad y gobernanza, etc., se pasó a desarrollar lo que enuncia los siguientes gráficos:
Sin ánimos de repetir las ideas fuerza contenidas en los diagramas, se considera de utilidad resaltar lo que para nadie es desconocido que a mediados del cuarto mes del presente año y noveno de la gestión del actual gobierno nacional, los peruanos y peruanas de los diferentes niveles socioeconómicos y coordenadas del territorio manifiestan estar insatisfechos por la incapacidad del aparato público (en especial del poder Ejecutivo y Legislativo) de establecer verdaderas políticas públicas que respondan concretamente a las urgencias cotidianas de la población para vivir “dignamente”.
En ese contexto, las respuestas a la gran interrogante sobre ¿cómo prevenir conflictos sociales en la minería del Perú hoy?, deberán apuntar a una recreación de paradigmas para apoyar el cambio transformacional que necesita el Perú.
En síntesis, si se quiere asumir los retos que implica el desarrollo sostenible, habrá que aceptar que las transformaciones necesarias implicarán retos a nivel individual y colectivo, que no es fácil ni sencillo, y que en ese camino de “largo aliento” serán necesarios los compromisos éticos de todos los involucrados:
-Como ciudadanos, profesionales, “personas de a pie”, ser parte de la solución y trascender de la protesta a la propuesta; la historia ha demostrado que las verdaderas transformaciones por el desarrollo de las sociedades han sido lideradas por hombres y mujeres convencidos de su rol como agentes de cambio y han asumido los retos con persistencia, resiliencia y ética cívica.
-Como empresas mineras formales, es indispensable consolidar lo que hace varios años se viene haciendo en la práctica, ser socios para el desarrollo de los territorios donde se opera y del país, recreando cuantas veces sea necesario su relacionamiento con los diferentes stakeholders (en especial la denominada “comunidad”) y buscando el equilibrio entre la competitividad y la sostenibilidad.
-Como gobierno nacional de turno, asumir en el inmediato plazo la búsqueda de una salida política a las crisis económicas, sociales, ambientales, institucionales y culturales que se han vuelto más críticas en su mandato, en el marco de la institucionalidad democrática de nuestro Estado y de las estrategias del Acuerdo Nacional.
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(*) Licenciada en Trabajo Social y maestría en Dirección y Gestión del Talento Humano.