Durante la conferencia “Medición de CO2 y aseguramiento de la ventilación de los centros de trabajo en contextos de la pandemia”, el Ing. Jilmer Cano Arratea expresó, que aparte de la Constitución, existen numerosas normas específicas, así como otras que se emitieron luego de la aparición del COVID-19 que tienen que ver con la defensa de seguridad y la salud de los trabajadores y del público en general.
Citó, por ejemplo, que la norma más importante es la Ley 29783 de Seguridad y Salud en el Trabajo-SST y sus modificatorias; también se tiene el D.S. 005-2012-TR o Reglamento de la Ley de SST y sus modificatorias; asimismo, existe la Norma básica de ergonomía y de procedimientos de evaluación de riesgo disergonómico, R.M. 375-2008-TR.
Explicó que a raíz de la pandemia se ha generado una nueva modalidad de trabajo que no existía anteriormente, que es el trabajo remoto. “Y ha sido un reto, tanto para las organizaciones como para los profesionales, la evaluación de riesgos disergonómicos, porque obviamente las personas estaban trabajando en casa y tenían que extenderse las evaluaciones, en ese caso de los riesgos disergonómicos, a esos espacios. Ha sido un reto que hemos afrontado y continuamos, porque seguimos en estado de emergencia”.
También señaló que la norma ya actualizada es la R.M. 1275/2021/Minsa (Directiva administrativa-Minsa/DGIEP-
Residuos positivos, residuos negativos
El Ing. Cano aseveró que en los procesos productivos se generan residuos positivos, productos, así como elementos negativos como el dióxido de carbono-CO2. La R.M. 1275, directiva administrativa 321, dice que hay que establecer controles para disminuir el riesgo de exposición en los centros de trabajo, por lo que deben considerarse los siguientes lineamientos:
“Evaluar las características físicas de cada uno de los ambientes de un centro de trabajo, considerando entradas y salidas del aire, flujos de aire, fuentes de ventilación natural y artificial, entre otros, lo cual será evaluado por las entidades fiscalizadoras a través de la medición de CO2, para evaluar la emisión de bioefluentes humanos en ambientes cerrados, aglomerados y de contacto cercano”.
Propiedades, origen y presencia de dióxido de carbono
Según Cano Arratea, las características sobre el CO2 están definidas con el CAS 124-38-9, donde se explica que el CO2 existe como componente propio del aire; en altas concentraciones este gas puede formar el ácido carbónico; el CO2 es incoloro, inodoro y carente de sabor, fácilmente soluble en agua y estable bajo condiciones normales; y, el CO2 puede absorber parte de la radiación infrarroja (efecto invernadero).
CO2 en seres humanos
Al establecer las emisiones en personas y los niveles encontrados en lugares ventilados o no, el Ing. Cano dijo que en el caso de los seres humanos, la cantidad liberada depende de la intensidad de la actividad física; también anotó que las concentraciones generadas dependen de la cantidad de personas y las condiciones de ventilación: mientras más se abran las ventanas, habrá menos posibilidad de grandes concentraciones de CO2.
Del mismo modo, precisó que la concentración hallada en oficinas está en el rango de 350 a 2350 ppm (partes por millón), de un total de 630 mediciones, por ello, “hay que concientizar que los trabajos se realicen con las ventanas y puertas abiertas”.
Perjuicios a la salud humana
Por último, durante su intervención a raíz del ciclo de conferencias por el Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo que desarrolló el Capítulo de Ingeniería Sanitaria, Higiene y Seguridad Industrial, el expositor especificó que el límite máximo permisible de CO2 en seres humanos es de 5000 ppm.
Aclaró, asimismo, que en el rango de 5000 ppm a 10 000 ppm no se observan efectos mensurables de la capacidad física; en condiciones superiores a 15 000 ppm, la respiración comienza a ser más dificultosa; en concentraciones superiores a 30 000 ppm, puede provocar dolores de cabeza y vértigos; y entre 60 000 ppm y 80 000 ppm se puede esperar la pérdida del sentido y la vida.