El Consejo Departamental de Lima del Colegio de Ingenieros del Perú desea reconocer la trayectoria de sus ingenieros vitalicios. Algunos de ellos aún nos visitan y siguen de cerca el devenir institucional, brindando su opinión y alguna recomendación.
Es el caso del Ing. Humberto Ormeño, quien tras ser asistido cordialmente por los colaboradores de la Oficina de Atención al Colegiado en la sede institucional de la calle Barcelona 240, San Isidro, nos contó que ingresó al Colegio de Ingenieros el año 1965 y luego de 30 años de aportes ininterrumpidos adquirió la condición de vitalicio. “Soy un miembro que ya cumplió con sus funciones durante el tiempo de servicios”.
Seguidamente dijo que tiene cuatro hijos, dos arquitectos y un ingeniero, este último ejerciendo sus actividades profesionales y con empresa propia en el sureño país de Chile.
Con respecto a la colegiatura, señaló que resulta algo significativo; y la labor del Colegio de Ingenieros, agregó, es que todos tengan el mismo nivel, eso es lo que debe ser.
Luego manifestó, con total seguridad, que en Perú “hay universidades que son, y otras que parecen ser”.
De acuerdo a los estatutos CIP, Art. 3.03, incido b, ingenieros vitalicios son aquellos ingenieros ordinarios que han aportado sus cuotas institucionales por 30 años. Al adquirir la condición de ingeniero vitalicio, su habilitación para el ejercicio de la profesión es permanente, salvo sanción institucional o judicial. Mantendrán el número de registro de su incorporación.