Por Ing. Renzo León Velarde*
Ya que estamos transformándonos digitalmente, es importante entender cómo la facturación electrónica se vuelve un eje fundamental en el crecimiento de nuestra organización o de nosotros como profesionales y no solamente una obligación.
La facturación electrónica viene de un proceso de obligatoriedad en los últimos 10 años, a partir del cual ha ido sumando al padrón a todos los contribuyentes del Perú. Sin embargo, los que verdaderamente han entendido el beneficio que brinda la facturación electrónica, la han implementado mucho antes, y especialmente han aprovechado sus ventajas para ser más competitivos.
Ventajas en el ahorro
¿Pero qué ventajas son esas? Por ejemplo, en el ahorro. ¿Y cómo ahorramos con la facturación electrónica? Muy simple. Normalmente, cuando uno inicia un negocio o lo tiene en marcha, tiene que mandar a imprimir boletas y facturas, y no ordena imprimir cien, sino mil, porque cuesta lo mismo. Normalmente saca cien y guarda novecientos. Estos novecientos guardados es dinero metido en un cajón. Dinero que no puedo convertir luego, ante una necesidad financiera, en liquidez, pues está hecho para un propósito.
La facturación electrónica lo que me permite es cambiar ese dinero en gastos por emisión. Cada vez que yo necesito emitir una boleta o una factura me genera un costo, o ninguno si utilizo la plataforma de Sunat que es gratuita. Y ese costo, está cerca del 40% por debajo de los costos de impresión de talonarios de boletas y facturas. Qué pasa si tengo más de una sede o necesito más de una serie, porque desarrollo actividades en eventos, o cuento con más de una línea de negocios que prefiero separar por series. Cada serie es un lote a imprimir. Y ahí se vuelve exponencial el gasto y exponencial el ahorro.
Comprobantes, espacio y dinero
Recordemos qué significa emitir comprobantes de pago y recibir comprobantes de pago. Significa destinar un espacio de la casa, del negocio donde estemos, para ir guardando la documentación mes a mes. Eso es espacio, y el espacio es dinero. Ahorrar espacio y destinarlo para un mejor fin, como es nuestro negocio, es una forma de ahorro y eficiencia, pero, además, la disponibilidad de la información que está contenida en esas boletas y facturas está sujeta a que yo esté en el lugar donde está el “fay” palanca.
Luego, si yo estoy de viaje o estoy visitando un evento, no tengo la capacidad de tener la información a la mano, y si mi cliente me dice necesito que veamos la última factura que emitiste, porque quiero hacerte un pedido igualito. No la tengo, debo llamar a la oficina o a la casa donde esté y pedir que me manden una foto o ver de qué manera resuelvo; mientras que con la facturación electrónica yo tengo el cien por ciento de mis emisiones en mi teléfono, a través de un aplicativo y en la nube. Más segura, eficiente y accesible. Sin mencionar que emitir electrónicamente nos vuelve una organización verde, pues estamos beneficiando al planeta.
Entonces, el hecho de emitir electrónicamente nos hace eficientes en el control del negocio, porque una buena herramienta de facturación electrónica me deja ver cómo está caminando mi negocio. Me deja entender por dónde va mi rentabilidad, mis gastos, por dónde se maneja mi operación, qué momentos del año, del mes o de la semana son los mejores para mí, etc.
(*) De su intervención en la conferencia “Importancia de la facturación electrónica para el emprendedor 2.0” organizada por la Comisión de Convenios del CD de Lima.